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¿Se rompieron las barreras entre la publicidad digital y la tradicional? Nos propusimos analizar la comunicación de las grandes startups y encontramos 5 casos que demuestran que la brecha ha quedado en la historia.
Comenzamos con el caso que despertó nuestro interés y, en consecuencia, la idea de realizar esta nota. La empresa fundada en Venice, California, allá por 2011, sorprendió a todos con el colorido despliegue que realizó en Times Square, Nueva York. Si bien el anuncio busca generar impacto desde lo visual y no desde lo conceptual, no quedan dudas de que si el objetivo de Snapchat era llamar la atención, lo han superado con creces. Según Jodi Senese quien trabaja para OUTFRONT Media, la empresa detrás de semejantes gigantografías, “Snapchat es una de las empresas más emocionantes e innovadoras del mundo, y su decisión de hacer publicidad en el centro de Times Square es una oportunidad estratégica para demostrar la fuerza de su marca”.
El gigante de Palo Alto también incursionó en la publicidad tradicional. En este caso, la compañía liderada por Mark Zuckerberg apostó no sólo por la publicidad en exteriores sino también por cartelería en subtes y sus respectivas estaciones. En este caso fue para acompañar su campaña “Friends”, que también contó con un spot de video filmado por el reconocido Mike Mills. En otra oportunidad, Facebook ya había optado por el subte como medio de comunicación pero, aquella vez, había sido para promocionar la herramienta de mensajería instantánea, Facebook Messenger.
El caso más llamativo que encontramos es el de AdBlock, una extensión para Chrome y Firefox cuya función es, justamente, bloquear anuncios en páginas web. Seguramente, optaron por los medios tradicionales a la hora de comunicar su marca para no ir en contra de su razón de ser. Sin embargo, no les faltó creatividad a la hora de llamar la atención y posicionarse como se debe. Si bien es un caso un tanto controversial o al menos contradictorio, valía la pena destacarlo justamente por tratarse de una muestra viviente de las rupturas entre lo digital y lo tradicional.
Google tampoco quedó afuera de nuestro análisis ya que, dos años atrás, lanzó una gran campaña para Youtube que involucró un despliegue de cartelería enfocado en estaciones de tren y subte, y hasta el ploteo de los vagones. La campaña en cuestión buscaba potenciar el fenómeno de los Youtubers, centrándose en 3 de sus mayores estrellas: Michelle Phan, una vlogger especializada en cosmética, Bethany Mota, dedicada a la moda y la belleza, y Rosanna Pansino, la emblemática Youtuber de la pastelería.
Este último caso no se trata de una auténtica publicidad de Instagram, aunque bien podría serlo, sino más bien de una intervención artística realizada por el creativo publicitario Bruno Ribeiro. El brasileño radicado en Londres tuvo la magnifica idea de llevar los filtros de Instagram a la vida real, dándole una visión única a sus spots preferidos de la ciudad. Esto permitió que los transeúntes pudieran ver monumentos, plazas y edificios históricos con un retoque en tiempo real.
Una vez más quedó demostrado que, mientras haya creatividad y estrategia, lo que verdaderamente importa no es el canal sino el mensaje. Las barreras entre la publicidad digital y la tradicional quedaron en el pasado, y hasta las empresas digitales más grandes del mundo siguen apostando por el alto impacto de la publicidad en vía pública.